“El SEÑOR no te dio su amor ni te eligió porque eras una nación más numerosa que las otras naciones, ¡pues tú eras la más pequeña de todas! Más bien, fue sencillamente porque el SEÑOR te ama…” (‭Deuteronomio‬ ‭7‬:‭7-8a‬ NTV)
Versículos como este me ayudan a poner las cosas en la perspectiva correcta. El Señor no te dio su amor por algo que hayas hecho, que merezcas o que hayas ganado. El Señor te dio su amor porque te ama. Así de simple. Es como si le preguntas a Dios, “Dios, ¿por qué me amas?”, y que Él te responda “porque si”.
Lo hermoso de esto es que tu no hiciste nada para ganar el amor de Dios… y por ende, tampoco puedes hacer algo para perderlo. Dios promete su amor constante a pesar de cualquier inconsistencia nuestra. Ese es el escandaloso y genuino amor de Dios. A nosotros sólo nos queda disfrutarlo.
Amor
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