“Pero Pedro y Juan respondieron: ¿Acaso piensan que Dios quiere que los obedezcamos a ustedes en lugar de a él?” (Hechos 4:19 NTV)
Pedro y Juan estaban siendo amenazados por las autoridades para que no siguieran predicando el nombre de Jesús. Entre todas las personas que podían amenazarlos, este grupo era el de mayor peso. No obstante, la reacción de Pedro y Juan es refrescantemente transparente, no negociable, y vista desde su perspectiva, hasta de sentido común.
La respuesta que le dieron a las autoridades no era un cuestionamiento acerca de qué voluntad hacer: “¿será que hacemos lo que Dios dice o lo que dicen estos hombres?” De ninguna manera. Cumplir con la voluntad de Dios nunca estuvo en la mesa de negociación.