Cuando era pequeño, mi mamá me contó esta historia:
Había una vez un hombre que tenía un burro de carga. Un día lo cargó con leña y se montó el también, para emprender un largo camino.
Mientras atravesaba un pueblo, la gente habló mal de él diciendo: “Qué malo ese hombre. ¡Cómo hace trabajar tanto a su burro! Debería bajarse él y dejar que el burro lleve sólo la carga”. El hombre oyó los comentarios y decidió hacer eso precisamente.
Mientras atravesaban el segundo pueblo, la gente volvió a hablar mal de el diciendo: “Qué mal ese hombre. ¡Cómo hace trabajar tanto a su burro! Debería ayudarle él a cargar la leña”. El hombre se sintió mal y decidió descargar al burro de toda la carga y llevar él la leña.
Mientras atravesaban un tercer pueblo, la gente volvió a hablar mal de el diciendo: “¡Qué tonto ese hombre! Teniendo un burro de carga, va caminando y cargando la leña el mismo”.
Bill Cosby dijo: “No sé cuál sea el secreto para el éxito, pero el secreto para el fracaso es tratar de complacer a todos.”
Qué liberador es finalmente aceptar esta realidad.