Cuando decidí que mi esposa entrará a mi corazón, no fue un proceso estudiado, sino por lo asombrado que estaba de ella como mujer, le entregué todo lo que tenía. Paso mi tiempo tratando de agradarla, protegerla, bendecirla y dándole todo lo que tengo en mí! Por supuesto fue clave que ella aceptará entrar en mi corazón! Y lo más genial es que aplica también viceversa!

Jesus está a la puerta de tu corazón, esperando entrar en ti (ojo q no dice entrar contigo sino EN ti), no para hacer grandes planes y reglas, sino simplemente para compartir contigo, darte de comer y tener intimidad!

Ya has dejado genuinamente entrar a Jesus en tu corazón? Has buscado entrar en el de El y ser llamado como David “un hombre conforme al corazón de Dios? Tus palabras, pensamientos y acciones reflejan esa comunión e intimidad?

No te enfoques en lo que debes o no hacer, enfocate en Jesus y todo lo demás vendrá por añadidura!

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