“¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien!”‭‭ Salmos‬ ‭139:14‬ ‭NVI‬‬

No es una invitación al orgullo o a la vanidad. Este versículo es más bien un recordatorio que nos conviene a todos tener presente: Dios nos creó.

Ese Dios es el mismo que pinta los atardeceres de mil tonos, que creó el canto de los pájaros por las mañanas, y que diseñó como fluyen los ríos entre montañas y bosques. 

Dios es el creador de todo aquello que originalmente inspiró pinturas, esculturas, poemas y fotografías. 

Ese Dios es quien te diseñó. Fuiste  cuidadosa y complejamente creada(o). Nada en ti se desvía de la definición divina de hermosura, fuerza y admirable. 

Así que cuando alguien quiera poner en duda algo acerca de tu diseño, recuerda quién te creó. Y como dice este salmo, no olvides que las obras de tu Creador son maravillosas. 

Dios te hizo a su imagen. No cambies esa imagen por aquella que los demás creen que deberías tener.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *